VIÑA MORAIMA
Son la Familia Moraima: 11 viticultores y viticultoras que, arropados por los suyos, decidieron unir los viñedos, algunos de ellos con cepas centenarias, para elaborar unos vinos propios. Su bodega dispone de todo el necesario para ofrecer unos vinos (variedades Albariño y Caíño) que responden a los parámetros actuales de calidad, conservando los sabores y aromas que nos llevan a su tradición.
La singularidad de sus vinos se encuentra en el viñedo cuidado por sus socios. En él se trabaja durante todo el año, alcanzando una cosecha con las características enológicas favorables para conseguir un vino de terroir.
Sus viñas se encuentran en relieves ondulados de valles abiertos y soleados. Los suelos son graníticos, poseedores de un perfecto drenaje de las aguas sobrantes de la lluvia. Su media fertilidad se debe a estas características mineralógicas. Estas diferencias del Alto Salnés, junto con un microclima atlántico, se pueden apreciar en sus vinos.
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