Aunque esta región de Yonne pertenece a la Borgoña, al encontrarse al norte y verse expuesta a un clima más frío y agreste, los vinos blancos resultantes son muy distintos del resto de chardonnays de la zona. Son ácidos, con cuerpo y mucha personalidad.
La región de Chablis cuenta con poco más de 4000 hectáreas, pero su nombre es de los más conocidos en la producción de vino blanco. Se encuentra al norte de la Borgoña, casi colindando con la región de la Champagne, y esta localización contribuye al carácter excepcional de los vinos blancos de Chablis.
Estos vinos blancos se elaboran con una sola variedad de uva, la chardonnay, que les da el característico sabor seco pero suave por el que son reconocidos los vinos de Chablis. El producto también se caracteriza por la gran presencia de su terroir en el resultado final, ya que el sabor de los Chablis se consigue gracias al tipo de terreno y también al particular clima septentrional de la región. Son vinos ácidos con toques florales, cítricos y minerales.
De los Petit Chablis a los Grand Cru
Los vinos de Chablis comparten la misma clasificación que los Borgoña, por lo que encontramos en la base el Chablis genérico y el Petit Chablis, mientras que el Premier Cru Chablis y el Grand Cru se encuentran a lo alto de la clasificación gracias a su gran calidad y a su particular sabor ácido cortante.
Los Petit Chablis son vinos ligeros con aroma floral y notas cítricas que resultan muy agradables en boca, mientras que los Chablis genéricos son vinos más estructurados y con más presencia y volumen. Los Premier Cru muestran mucha más complejidad en los aromas, y los Grand Cru se caracterizan por su color dorado verdoso y por su combinación de acidez y textura sedosa, con sus aromas minerales y de frutos secos.
Los vinos blancos de Chablis son muy distintos a los otros blancos de la Borgoña, incluso con los que comparten el mismo tipo de uva, el chardonnay. Ya que el clima frío de la zona de Chablis le da al chardonnay un sabor distinto y característico que separa a los vinos de esta región del resto.
Y dentro de los vinos de Chablis, los Grand Cru son todavía más únicos y preciados, ya que su producción representa tan solo un tres por ciento de la producción de la región. Hecho que los convierte en vinos exclusivos y que se ve reflectado en su precio.
Para los amantes del vino blanco, los productos de esta región francesa son una experiencia única y preciada. Ya que además de la peculiaridad del clima de la zona, los vinos de Chablís se envejecen con métodos distintos, según cada bodega o cooperativa.
El sabor del producto final puede variar según si se utilizan las barricas de roble viejo más tradicionales, las de roble nuevo que acaba aportando un toque distinto al vino, o si se opta por el acero inoxidable. Algunas bodegas de Chablis optan por una combinación de métodos para obtener un producto final todavía más único.